La degustación del vino involucra tres fases: visual, olfativa y gustativa. Primero, el color y brillo revelan su edad y tipo. Luego, los aromas primarios, secundarios y terciarios ofrecen pistas sobre su origen y evolución. Finalmente, en boca, el dulzor, acidez, taninos y persistencia completan la experiencia sensorial, potenciando su complejidad y disfrute. 🍷✨